domingo, 23 de junio de 2013

FOGUERA POLÍGONO DE SAN BLAS 2013: BELLUM, BELLI: Guerra de colores, pensamientos y culturas


Un año más, la Hoguera del distrito Polígono de San Blas, situada a pocos metros de mi casa en el barrio alicantino de San Blas, presenta reminiscencias clásicas, empezando por su título: BELLUM, BELLI, el enunciado completo en nominativo y genitivo singular del sustantivo latino que nosotros traducimos como “guerra”.   
La Hoguera posee, además, escenas relativas a la más primitiva cultura romana, la de los etruscos, sin olvidar el pasado griego y romano fundacional de  la ciudad de Alicante.


Esta hoguera, al igual que la que comentábamos en este blog el año pasado, es obra del artista foguerer de Cullera José Lafarga y ha conseguido el 6º premio del concurso de Hogueras en la categoría especial. 

Se trata de un simétrico-asimétrico y voluminoso monumento “fogueril” tanto en su sentido vertical y como en el horizontal, presentando dos cuerpos enfrentados cara a cara y coronado por una batalla naval.


La composición de la Hoguera se hizo partiendo de la denominación de Alicante en lengua griega Akra Leuka ‘promontorio blanco’ identificado con el monte Benacantil por los navegantes antiguos, cuya privilegiada posición frente al Mediterráneo servía como referencia y guía a tantas civilizaciones marineras en sus viajes por las costas del Levante español. La hoguera imita el perfil del monte Benacantil conocido como la “cara del Moro” hasta convertirse en dos enormes bustos guerreros que sugieren la idea de confrontación, enfrentamiento, oposición y acercamiento entre dos costas. 


La distribución de la Hoguera juega, según le propio autor, con la simetría de una forma asimétrica, pues, vista de frente son dos cabezas de guerreros etruscos mirándose a los ojos con actitud sonriente en sus rostros, pero en los penachos de sus cascos llevan dos enormes féminas guerreras de blancos cuerpos desnudos que enfrentan sus rostros con mirada y actitud desafiante. La escena culmina en la parte superior de los cascos de estas guerreras con una gran batalla naval rematada por los penachos que se convierten en olas marinas.


La idea de confrontación, impacta por su sentido optimista en la parte inferior, al enfrentar los dos rostros sonrientes de los soldados etruscos, cuyos bustos recuerdan y representan la forma de perfil que tiene el promontorio blanco alicantino. No faltan vestigios griegos y romanos junto a los guerreros en forma de columnas dorias situadas junto a la nuca del guerrero que ocupa la parte izquierda de la composición y en forma de ánforas romanas en la nuca del que se sitúa simétricamente a la derecha. 




El autor quiere reflejar de forma alegórica en este monumento el contraste, la simetría y la complementariedad de las culturas que han formado Alicante y transmitir, por otra parte, que, aunque no haya razones para guerrear y los enfrentamientos no deben existir, de hecho las guerras y los conflictos son inevitables y traen consecuencias opuestas y al mismo tiempo complementarias: la alegría y la tristeza, lo blanco y lo negro; el sí y el no; la verdad y la mentira. La lucha destruye de forma inevitable, pero de esa destrucción surge la oportunidad de reconstruir de nuevo, de crear y de hacer progresar a la Humanidad. Y a esa idea tal vez está aludiendo también la figura del Ícaro alado descendido en reposo sobre unas rocas como si estuviera pensando volver a retomar el vuelo. 



La hoguera, como no podía ser menos, también introduce su parte de crítica política y social. Esta se sitúa al ras de suelo en la parte trasera de la Hoguera, pero se desmarca casi totalmente de la corrupción que asola España.


El artista ataca ferozmente en su composición figurativa a quienes no permiten que la mente humana pueda pensar y desarrollarse, a todo aquello que impiden a las personas crecer y ser creativos para buscar soluciones a los conflictos. En este sentido destaca dese el centro al lado izquierdo en la parte trasera de la hoguera una escena en la que aparecen siete hombres anónimos con actitud cabizbaja, ataviados de traje y gabardina grises y maletines negros, que dejan que otros piensen por ellos, y que abandonan todo equivocadamente en manos del dinero y de la clase dominante de banqueros, que prestan el dinero y luego lo exigen sin tener en cuenta la situación personal de cada persona, y de políticos, que, buscando el voto de pueblo, prometen sin ton ni son y luego no cumplen sus promesas.


Como contraposición, el artista retrata en la parte derecha de la trasera de la hoguera una alegoría del pensamiento libre y plural que, a pesar de los errores, de las dudas y burlas del pensamiento acomodado, nunca deja de crear hasta dar con aquellas ideas acertadas que puedan producir resultados favorables para el progreso de la Humanidad. Destaca la escena de varios ninots de gran tamaño y actitudes decididas con colores vivos y posturas extrañas portando lemas alusivos a la creatividad, a la experimentación, a la imaginación, etc.


Esta hoguera también es un conflicto impactante de colores que contrapone, los tonos más triste y serios en la parte crítica de la Hoguera, y los más vivos y luminosos en la parte más alegre que exalta la creatividad. Así, en el cuerpo central los cascos de los guerreros etruscos poseen tonos metálicos plateados cobrizos y broncíneos, así como tonos rojizos para los penachos de los cascos y tonos marrones que imitan las pieles de los cascos. Políticos y banqueros están representados, ya lo hemos dicho, con tonos grises y apagados. Por el contrario, los cuerpos y rostro de las guerreras enfrentadas en la parte superior destacan por sus pieles extremadamente blancas, causando un efecto de tersura, ceñidas por brazaletes negros. Y los personajes adalides del pensamiento creativo luces colores fosforescentes y muy vivos que resaltan su inclusión en la escena.

 
En definitiva una alegoría de la guerra, entendida como una lucha entre actitudes, pensamientos y toma de decisiones, como un contraste entre culturas complementarias y como un alegato del optimismo, de la creatividad y del sentido crítico frente a la pasividad, el conformismo, la manipulación y la mentira.
 
Como siempre, magnifica esta obra del artista José Lafarga

En detalle: 


Y mi enhorabuena a todos los integrantes de la Hoguera Polígono de San Blas, quienes, a pesar de ciertos errores gramaticales en uno de los carteles de presentación de la Hoguera escrito en latín, han conseguido el amparo de eso que ellos llaman DIVINUM FACIEM y han obtenido un merecido premio en la categoría especial de Hogueras. 


 MALA  SCRIPSIT

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